Llega el verano, aumenta la temperatura y cambiamos la ropa de nuestro closet por prendas más livianas para compensar el calor. Al ver que nuestro cuerpo está más expuesto, comenzamos a preocuparnos por los kilitos de más que acumulamos durante todo el año. Es ahora cuando resucitan todas las dietas relámpago y los mecanismos más extremos para recuperar nuestra figura en el menor tiempo posible. Pero, ¿es esto bueno para nuestro cuerpo? ¿es esto saludable? Por lo general estas dietas relámpago suprimen muchos alimentos qué si son necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo, poniendo en riesgo nuestra salud para bajar un par de kilos, que, por cierto, serán recuperados (incluso duplicados) apenas volvamos a nuestra alimentación habitual.
Para evitarnos todo este estrés, es necesario que incorporemos y, mejor aún, apliquemos el concepto de alimentación saludable durante todo el año.
Si bien, una dieta saludable no es igual para una persona y otra (ya que todos tenemos necesidades diferentes) existen ciertas recomendaciones que si tienen en común y que podemos considerar para lograr una alimentación sana:
- Bebe entre 6 a 8 vasos de agua al día (1,5 a 2lt): esto considera líquidos como té, jugos y sopas. El consumo de agua favorece la eliminación de toxinas y ayuda a mejorar la apariencia de nuestra piel y cabello.
- Consume 3 veces al día lácteos bajos en grasa: como yogurt, quesillo, leche. Aportan proteína, calcio y vitaminas que mantienen la salud de nuestros huesos y dientes.
- Consume 2 platos de verduras y 3 frutas al día: ¡combina los colores que más quieras! Son una excelente fuente de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra que favorecen tu digestión y la salud de tu corazón.
- Consume legumbres 2 veces por semana en reemplazo de la carne: aportan vitaminas, minerales, proteínas y fibra. Combínalos con cereales como fideos y arroz para mejorar la calidad de su proteína.
- Come pescado dos veces por semana: son una excelente fuente de proteína. Los pescados grasos como el salmón, jurel, atún y sardina aportan ácidos grasos omega 3, que favorece la salud de tu corazón.
- Reduce el consumo de alimentos procesados: como azúcares, dulces, bebidas azucaradas, frituras, cremas, entre otros más, que aparte de deteriorar tu salud, aumentan tu peso drásticamente.
Recuerda que una alimentación o dieta saludable debe ser parte de tus hábitos de vida, y no se relaciona con pasar hambre o comer sólo un tipo de alimento todos los días. Si practicas estos tips de forma regular, ¡podrás lucir saludable y mantener el peso que tanto deseas por todo el año!.
Silvana Nobizelli, Nutricionista de la Universidad de Chile.